junio 29, 2008

14 preguntas a...

GRACIELA LAURÍA

En Juvencia, se da un caso atípico en el futsal actual. La persona que lo preside, es una mujer.

1) ¿Además de Juvencia ahora es hincha de San Lorenzo?
Bueno, sí, porque mi hijo Martín está a préstamo ahí y cuando puedo voy a verlo. Contra Huracán aprovechamos para ir con el padre, que en estos días volvió de Paraguay (N. de la R: su marido es Elbio Paolorosso, preparador físico de la Selección albirroja de cancha de once).
2) ¿Cómo está Juvencia?
Muy bien. Tenemos al Chino Díaz, que es un director técnico que trabaja bárbaro. Los chicos están muy contenidos y ojalá este año podamos ascender, que es la aspiración de este club. Tres veces estuvimos en la puerta. Esperemos que la cuarta lo podamos lograr.
3) ¿Qué cambió con respecto a años anteriores?
Hay más orden, más disciplina. Los jugadores están más tranquilos y se están acostumbrando a jugar más futsal, siendo que antes tenían las impresiciones propias del baby fútbol. El hecho de tener un DT con trayectoria ayuda a que entiendan lo que es este deporte.
4) ¿El comportamiento en general también mejoró?
Sí, pero nunca fue malo. Si siempre anduvimos mal en el fair play fue por la no presentación de las categorías, que suma muchos puntos. De cualquier manera les estamos tratando de inculcar a los jugadores que se porten bien. Eso a mí me interesa mucho.
5) ¿Ustedes, los dirigentes, tendrían que empezar dando el ejemplo?
Tenés mucha razón. Pero no sólo nosotros. También los padres. Esto es un ir y venir. Si el chico ve al papá gritando, grita más. Inclusive le grita a su propio padre, para que se calle la boca. Por ahí, por calmar a la familia, también pasa el trabajo de los dirigentes.
6) ¿Usted hizo autocrítica al respecto?
Yo jamás insulté a nadie ni me comporté de mala manera. Pero a veces tenemos que soportar que no todos los árbitros tengan la misma escuela y que no todos te miren de la misma manera.
7) ¿Está diciendo que existe animosidad?
No, lo que pasa que a veces están mirando para otro lado y pierden la visión de lo que pasa en otros sectores del campo de juego. Pero bueno, son humanos y se pueden equivocar como nosotros.
8) Sigamos con su autocrítica.
Yo tuve que aprender muchísimo. No se me van a caer los anillos por decir que en estos cuatro años no fui perfecta, porque no lo soy. Yo a los árbitros los comprendo y lucho para que los padres también lo hagan. Lo que pasa es que esto es diferente a cancha de once, donde las cosas son mucho peores: en futsal, al estar ellos tan cerca del público, lo que uno les dice queda más en evidencia.
9) ¿Qué sintió cuando la eligieron como la delegada menos correcta?
Esa encuesta no me molesta en absoluto, si también hubo árbitros varios que me eligieron como la más correcta. Este año un muchacho (se refiere a Fernando Laballos) me nombró como la peor, pero y no sé por qué se la agarró conmigo.
10) ¿Nunca tuvo un entredicho con él?
Una vez se enojó en un partido contra Parque, pero resulta que la que le gritó cosas fue una madre que estaba al lado mío. Después siempre hemos charlado lo más bien con él.
11) ¿Cuánto hace que es presidenta del club?
Seis años. Antes fui secretaria y delegada de baby fútbol. Un deseo muy grande que yo tenía era que los chicos que terminaban el baby a los 12 años, sigan en actividad, y así surgió la idea de ingresar al futsal. ¿Qué mejor que este deporte para que no se queden en la calle?
12) ¿Hasta cuándo ocupará el sillón?
En octubre, habrá renovación de autoridades y se verá si continúo o no. Yo estoy dispuesta a seguir, pero si hay otra persona que es votada, bienvenido sea. En ese caso yo intentaré aportar lo mío desde otro lugar.
13) ¿Siendo mujer la tarea presidencial es más complica o más sencilla?
Muchísimo más complicada. Tenés que una paciencia enorme, pensar antes de hablar y no arrebatarte, porque si no los hombres te apabullan. Y si es un club de barrio es más complicado aún, porque el dirigente está muy solo.
14) ¿Le gustaría más que su hijo vuelva a Juvencia o que se quede en San Lorenzo?
Que haga lo que él quiera. En esta institución las puertas están abiertas para todos. El que tenga ganas de irse a otro lado puede hacerlo sin problemas. Nosotros lo que hacemos es darlos a préstamo. Una vez que se termina, el jugador decide si vuelve o no.