noviembre 26, 2009



¿QUE ES DE TU VIDA?


ESTA SEMANA:
Nicolás Blas


Dejó de dirigir a 17 de Agosto hace varios meses. Hoy, sigue sin club. A punto de terminar el curso de técnico, confiesa que está ansioso por volver al ruedo.


"Estamos trabajando en un proyecto propio, junto con Guido Catelani. Nos gustaría llevarlo a la práctica tanto en un club que se encuentre participando en la actividad, como en uno virgen de futsal. Hace rato que nos estamos moviendo, pero por ahora no hay nada". Por más que concurra a ver partidos muy asiduamente, Nicolás Blas admite que sus ganas de dirigir nuevamente son inmensas y que su "abstinencia" de futsal -disciplina de la que es más que un apasionado- lo lleva al borde de la desesperación. "Ojalá pudiera empezar a trabajar ya -reconoce- pero no queda otra que seguir esperando".
De inmediato, acepta la propuesta de analizar a través de conceptos precisos, su paso por las instituciones que lo tuvieron como técnico:
Pinocho: "Estuve en inferiores. Fue mi primer club. Traté de absorber todo. Aprendí mucho de Facundo Ruscica y de Sergio Fernández. En Pinocho no falta ni sobra nada. Tenés lo justo y necesario para laburar con comodidad"
El Talar: "Fue ensayo y error. Al final ni siquiera clasificamos para la Copa de Oro. Me equivoqué yo en la planificación y me hago cargo de eso. Pero sigo creyendo que mi salida fue muy apresurada".
Las Heras. "Una desilusión. Estuve unos meses y me alejé. No estaban dadas las condiciones para continuar, al no cumplirse el proyecto que acordamos. Conocí jugadores increíbles, pero me fui con una gran tristeza. Igual, no le guardo rencor a nadie, como en ningún club".
17 de Agosto: "Estoy muy contento por esa experiencia, es la que más me marcó. Gracias a ella conocí a Ferretti y dirigí futbolistas internacionales como Poggi, Yony González y Campana. A veces estuve muy rodeado y otras, muy solo. Tuve que resolver miles de problemas pero el equipo respondió siempre, tanto es así que permanecimos ocho fechas sin perder".

noviembre 23, 2009



Jorge «Iure» Nikolic, entrenador de las inferiores de Independiente, no se anda con chiquitas...
«El técnico más ganador del futsal soy yo»


«El técnico más más ganador del futsal soy yo», afirma Jorge Nikolic, basándose en una realidad que indica que Independiente, el equipo cuyas inferiores dirige desde hace varios años, logró numerosos campeonatos en distintas categorías a partir de 2003. Detrás de esa afirmación, arrogante tal vez, existe un personaje que casi todo el ambiente del futsal conoce de vista. Para descubri su pnsamiento en forma más profunda, es necesario leer el siguiente reportaje: «Para mí es un orgullo haber ganado tantos campeonatos. Son logros lindos. Todos los años metemos dos o tres categorías y así el club se va llenando de copitas»
-¿A qué lo atribuís?
-A que estamos en una zona en la cual se pueden absorber jugadores de muchas partes. Y después, hay que poner lo mejor en la cancha. Mucho misterio no hay.
-¿Cuál sería tu mérito?
-Enseñar lo básico. No están en edad para complicarse con táctica. Con jugadas sencillas basta para ganar.
-¿Trabajás en la semana?
-Tratamos de que venir a divertirnos. Entrenamos sólo dos veces. También, porque conseguir espacio en el club es difícil. Hay una sola cancha y demasiados nenes. Por eso también es meritorio lo que conseguimos.
-¿En serio no te interesa la táctica?
-Para la edad de mis jugadores, no (dirige de octava a quinta). Hay técnicos que les meten demasiadas cosas en la cabeza y los chicos terminan robotizados. Yo soy de la idea que sabiendo ubicar cinco buenos jugadores en la cancha, es suficiente. Claro, hay que tenerlos, ¿no?
-En el Clausura no tenés categorías punteras.
-Es que ahora todos se matan contra nosotros, porque saben que somos un equipo ganador.
-¿Te gustaría dirigir una primera?
-No sé... Lo que me da alegría son los nenes. Después, a partir de la cuarta llegan a una edad en la que están intratables. Entonces prefieron irme a mi casa.
-¿El curso de técnico lo harías?
-Lo veo complicado. Ya me costó horrores hacer el de profe de educación física. Todos los días me iba de Avellaneda al Cenard en colectivo y tren.
-¿Al jugador también lo enterraste definitivamente?
-Sí, ya está. Tengo 36 años y una hija. Hay que saber retirarse a tiempo. Ir de noche a entrenar es para cuando uno es más pibe. Yo además tengo mi laburo: soy profesor de educación física y trabajo en colegios.
-Tu campaña como jugador es llamativa. Jugaste en todos los clubes de Avellaneda.
-Sí, en Racing, Independiente, Modelo y Arsenal. Hace un par de años también estuve a punto de ir a Libertad, para jugar y dirigir la primera al mismo tiempo. Pero con el nacimiento de mi hija suspendí todo.
-Habiendo jugado ahí, ¿sentís cariño por Racing?
-No, para nada. Soy fanático del Rojo. Si fui a Racing es por una circunstancia de la vida. Más adelante surgió la posibilidad de armar Independiente, de la mano de Luis Blasco, y no lo dudé.
-¿Qué imagen creés que tenés entre tus colegas?
-Me siento respetado. No tuve problemas con nadie. Con o los de América, incluso entablamos una amistad.
-Decís que los chicos te dan alegría, pero a menudo se te ve muy enojado durante los partidos.
-Eso es por los réferis, que no saben el reglamento. Si bien no es culpa de los árbitros, sino de quienes los mandan, te la terminás agarrando con ellos.
-¿No tendrías que bajar un cambio?
-Puede ser, pero es mi personalidad. Eso también va de la mano de mis logros: quiero ganar todo. Y eso se nota en el estilo de juego. Por mi ansiedad, salimos siempre a atacar, quiero que vayan,que vayan y que vayan.
-¿Pero no hacés una autocrítica?
-Seguro, lo que pasa que una vez que empieza el partido se te cruzan los cables y te olvidás de todo.
-¿En Independiente hay problemas de conducta?
-No. Si vemos que un padre no tiene buena predisposición, ese chico directamente no queda.
-¿Tenés un récord en materia de expulsiones?
-Y... te dan cinco fechas de suspensión, después diez... Se van acumulando. Es así, qué vas a hacer (se ríe)... Mis expulsiones son justas, pero no puedo evitar ponerme mal cuando los árbitros, encima de no saber, son soberbios y no dejan que los técnicos los ayudemos.
-¿Llevás la cuenta de las veces que te echaron?
-No, pero recuerdo la más increíble. Me expulsaron en la séptima y en la misma jornada me volvieron a echar en la quinta, porque el juez no quería dejarme dar indicaciones desde la tribuna, me obligaba a que me sentara. Ya era algo personal. Eso sí me puso muy mal...
-Como jugador también eras bravo...
-Cuando Independiente estaba en la B era una época dura. Al mismo tiempo aparecía Pinocho, con esos pibes que ahora son figuras. Nos daban unos bailes... Y a mí me dolían los pies de tanto pegar. Eran imparables.
-¿Qué pasó con Coco Sily en Huracán?
-El año pasado jugamos allá y estaba en la tribuna. Discutí con el juez porque no cobró unos laterales y vino Coco a insultarme. Me le planté, pero quedó ahí. Me sorprendió que después hable en la tele y hasta en su libro del tema, exagerando todo. No fue para tanto. Pero claro, él hace un personaje, hay que entenderlo.

noviembre 19, 2009

En el Cedem de Caseros y sin público volvió a ganarle el clásico a 17 de Agosto
PINOCHO DISFRUTÓ CON LA PUERTA CERRADA


Los de Villa Urquiza derrotaron a 17 de Agosto 4 a 2, en el pendiente de la quinta fecha, y se colocaron sólo un punto detrás de Boca, pero con un partido menos, ya que adeuda un difícil compromiso ante el encumbrado Kimberley.
PRIMER TIEMPO CONTUNDENTE. El multicampeón salió decidido a imponer su jerarquía y la presión dio sus frutos a los 5’, minuto en el cual Calo marcó la apertura. Luego Pinocho siguió siendo superior y Sebastián Corazza a los 13’ aumentó. A los 16’ fue Manuel Fernández el que doblegó a Poggi. Pero cuando Pinocho ya se relamía pensando en otro triunfo sin contratiempos, segundos más tarde Muleck estampó el descuento y con ese 3-1 parcial, que le dio una cuota de incertidumbre al clásico, se fueron al descanso.
SEGUNDO TIEMPO CON SUSPENSO. El último gol, le dio fuerzas a los de Vila Pueyrredón para buscar el arco de Elías con mayor ímpetu. De modo tal que los de Fabián López se adelantaron y ejercieron una importante presión sobre la salida adversaria. Sin embargo, pese a esa buena tarea el gol no llegó. O, mejor dicho, sí llegó. Pero recién a un minuto de la chicharra, por intermedio de Torres. Esto hizo que lo poco que faltaba para el epílogo fuera emocionante. Sin embargo, Agosto no logró su cometido. En cambio, Pinocho encontró la llave para aumentar su ventaja, gracias a una sexta falta que Elías ejecutó con su habitual precisión, a un segundo del final. Y con el 4-2, se cerró el partido.
TRIBUNAS VACÍAS. Más allá del resultado, lo que caracterizó al clásico fue la medida implementada por la Comisión de Futsal, que dispuso que se jugara a puertas cerradas para evitar posibles actos de violencia. En consecuencia, sólo les estuvo permitido el ingreso a cuarenta personas de cada equipo, siendo la mayoría jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. El que controló la situación fue Eduardo Sabarese -miembro de la Comisión de Futsal- quien con la planilla que previamente habían confeccionado ambos clubes, iba tildando a los autorizados para ingresar. No fue él el único integrente de la Comisión, pues había nada menos que cinco personas observando el polémico cotejo: Catelani, Pío Fernández, Russomano, Patricio Knaudt y el mencionado hombre de San Lorenzo. Como se esperaba, los jugadores dieron una vez más un ejemplo de buen comportamiento, y no se registraron incidentes.
EL ÚNICO «COLADO». En la semana previa, la Comisión había aconsejado a los clubes que no concurrieran al partido delegados o técnicos que no fueran de Pinocho o Agosto, ya que no se le permitiría pasar. Por eso, llamó la atención que Guillermo Campos estuviera presente. El técnico de Alvear explicó: «No sabía nada de la prohibición, recién me enteré al llegar. Pero ya que me vieron acá, no me iban a echar. Igual, si me tenía que ir lo hubiera hecho sin problemas».
SE QUISIERON PASAR DE VIVOS. Dos hinchas de Agosto lograron burlar la vigilancia y consiguieron sentarse en la tribuna. Sin embargo, apenas pusieron un pie en ella, cuando la dirigencia de su club lo notó, e inmediatamente les solicitaron que se retiraran.
APAGÁ LA TELE. Causó extrañeza que en un encuentro jugado en el Cedem de Caseros no hubiera cámaras de televisión. En efecto, la despoblada tribuna (que ofreció la sensación de que se estaba disputando apenas un entrenamiento) se convirtió en mudo testigo de una noche donde ni siquiera Fox pasó por el estadio. Los hinchas, ni siquiera podrán verlo por la tele en diferido.

noviembre 15, 2009

Por fin se enfrentaron San Lorenzo-Banfield en la final del torneo femenino. Así como primero hubo que aguardar varias semanas para que el choque fuera programado, también la incertidumbre se prolongó durante el partido. Tanto, que tras jugarse infartantes 40 minutos, fue necesario un alargue. Y allí...
GOZÓ DESPUÉS DE UNA LARGA ESPERA


San Lorenzo se consagró una vez más campeón femenino. En esta oportunidad lo hizo al vencer a Banfield en el desempate por el primer puesto, ya que ambos habían quedado igualados en esa posición. El partido, jugado en cancha de América, tuvo de todo: muchos goles, innumerable cantidad de situaciones frente a los arcos, variaciones en el tanteador y, fundamentalmente, una enorme dósis de emocióne incertidumbre. El 8-8 con el cual terminó el partido no estuvo exento de un dramatismo muy particular sobre el epílogo. Es que el Ciclón, luego de mantener una ventaja a lo largo de casi todo el match (que si bien nunca fue mayor de dos goles) vio como Banfield le empataba el partido en siete, a un minuto del cierre. Sin embargo, los azulgranas volvieron a ponerse arriba faltando 14 segundos. Pero eso no fue todo: cuando apenas quedaban ¡dos segundos! el Taladro empató nuevamente gracias a un increíble saque de meta que Jiménez ejecutó por elevación y se le escurrió de las manos a su colega Julieta Padín.
SUPLEMENTARIO CONTUNDENTE. Por supuesto, la alegría fue impresionante en el sector banfileño y la desazón se apoderó del bando adversario. No obstante, en el alargue las cosas fueron ampliamente favorables a las dirigidas por Almeyra, especialmente en el segundo período, donde consiguieron los tres goles que le sirvieron para asegurar el 11 a 8 que les dio un nuevo campeonato.
SE PORTARON DIEZ PUNTOS. Para destacar, la corrección en la que se jugó el esperado choque. Tanto en un sector como en el otro, todos -y todas- aportaron su granito de arena para que la final fuera una auténtica fiesta.
EL PARTIDO EN LAS TRIBUNAS. Más allá del buen comportamiento señalado líneas, cabe destacar también que ambos equipos fueron alentados por una fiel hinchada, compuesta por chicas que, en su mayoría, también eran integrantes de los respectivos planteles. Las de Banfield soprendieron por el colorido, que le dio una buena cantidad de banderas. Las de San Lorenzo, lo hicieron por entonar durante toda la jornada las canciones que suelen utilizarse en cancha de once. Así, fue sonando un amplio repertorio que las chicas sabían a la perfección. No se privaron de esgrimir insultos y provocaciones cuando el tema lo exigía («cada vez te falta menos para morir, Globo botón...» se escuchó, por ejemplo), si bien en esta ocasión , no cabía la menor duda que que esta vez sí se trataba del mentado folclore del fúbol.
LA AFA NO AVISÓ QUE ERA UNA FINAL. Una circunstancia no calculada demoró aún más el desenlace. Es que los árbitros no tenían aclarado oficialmente que el partido se tratara de un desempate. Consecuentemente, tampoco sabían qué hacer en caso de empate. Por eso, el juez principal, Pablo Salvador, debió llamar por celular a un empleado de la oficina de árbitros de AFA, para pedir indicaciones. Casi veinte minutos más tarde, salió del vestuario con órdenes de jugar suplementario y, si hiciera falta llegar a los penales. Entretanto, la impaciencia de la gente y de las jugadoras, era indisimulable.
TAMBIÉN LES INTERESAN LAS MUJERES. Entre las presencias «ilustres» se pudo hallar la de Oscar Trama. El técnico azulgrana en el futsal masculino, estuvo alentanto a las «santitas» acompañado de Miguel Matta, presidente del futbol amateur sanlorencista. El Ruso Mendelevich, otro fanático del Ciclón y asiduo visitante de muchas canchas, también hizo fuerza por las chicas de San Lorenzo.

noviembre 06, 2009

Eduardo «Manzana» Santoro (en la foto junto a Sergio Bonanno en la secretaría), presidente de un Nueva Estrella muy elogiado en el ambiente:

«Todos los que vienen a nuestro club se van muy contentos»

Nueva Estrella vive un momento feliz, pues por primera vez, accedió a la punta en forma exclusiva. Eduardo Santoro, afirma: "Queremos ascender, seguimos muy ilusionados, pero como dice Mónaco hay que estar tranquilos e ir paso a paso". Esta reflexión es la antesala que el presidente encuentra para vertir su opinión sobre el DT: "Ya lleva más de un año de trabajo y puedo decir que es un fuera de serie. Como persona es un tipazo y como técnico un laburador total. Es el hombre que necesitábamos. TAnto para Augusto como para Lamborizio (el PF) y Ruben Bogni (coordinador) sólo hay gratitud. Lo mismo que para los leones que conforman esta comisión directiva". Santoro agrega: "Al arrancar el año no pensamos llegar a esto. Pero nos pusimos muy contentos al clasificar y ahora buscamos subir, pero si eso no se da, no vamos será un fracaso, sino que igual estaremos agradecidos. El futsal en el club cambió mucho desde que comenzó este cuerpo técnico".
Previamente al desembarco de Mónaco, en Nueva Estrella trabajó Claudio García: "Antes la mentalidad era distinta, no cómo quería yo", confiesa Santoro. A propósito del actual técnico de Franja, indica que no le gustó una actitud que tuvo cuando los equipos se enfrentaron un mes atrás. "Tuve muchas alegrías en esta actividad, pero la tristeza más grande la viví por lo que hizo el Colorado cuando jugamos con ellos. Se rió de nuestros jugadores, faltándoles el respeto. El desmintió que lo hubiera hecho, pero no lo hizo en mi cara. Para mí es un buen artista, que tendría que trabajar de eso: de actor. Yo vi todo porque estaba justo detrás".
Si bien durante este episodio reconoció haber estado muy ofuscado, asegura que jamás se salió de sus cabales, al igual que en otro hecho ocurrido algunos días después en la visita de Nueva Estrella a Libertad: "Me puse muy mal por algunas contestaciones de alguien que decía ser dirigente. Nos repetía que si estábamos disconformes, nos devolvía la plata de la entrada, y daba a entender que él hacía pasar a un grupo de personas que se la pasaron insultando a padres de chicos de las inferiores. Pero yo nunca dejé de estar tranquilo, y jamás me hice el guapo con nadie".
Confeso hincha de "Boca y de Chicago", Santoro manifiesta haber ido mucho al fútbol grande. No obstante dice que cada vez es menos porque "es muy diferente al futsal, en cambio este deporte sí que me enloquece. La única contra es que estoy en el club de lunes a lunes y eso me trae problemas en mi casa. A Chicago lo voy a ver de vez en cuando, y si además voy a Boca, tengo que contratar un abogado y separarme".
Todos lo conocen como "Manzana", apodo que lo vincula con su hermano Miguel, a quien llamaban "Manzanita" e integraba la barra xeneixe. Santoro, afirma no haber formado nunca parte de la "12" y si bien reconoce que su hermano sí lo hacía, entiende que "él se comió un garrón cuando lo metieron preso en el 94. Para la sociedad era un delincuente, pero el que lo conocía, sabía que nada que ver". Lo que menciona, tiene que ver con la muerte de dos hinchas de River que derivó en la detención de varios barrabravas, con José "Abuelo" Barrita incluido. Tiempo después MAnzanita salió de la cárcel, pero luego halló la muerte: "El 27 de octubre se cumplieron tres años. Fue una desgracia. Entraron a robar a la casa y le pegaron dos tiros". Manzana realiza un esfuerzo grande para no quebrarse, y concluye: "Si a mí me respetan tanto, en gran parte se lo debo a él".
Existe un dato indisimulable: el club mucha simpatía despierta en árbitros y adversarios. Esto se desprende de las encuestas realizadas por La Voz del Futsal. Allí, el club y sus dirigentes se imponen por mayoría. "Es un orgullo ver cada semana la revista. Atendemos a la gente lo mejor posible. Es por el amor a lo que uno hace. Por suerte todo el que viene se va muy contento". Nueva Estrella nació hace 22 años y Santoro hace cinco que es presidente: "Vivo a diez cuandras del club y me fui metiendo a partir de que mis hijos iban a jugar al baby. Empecé de vocal 12 años atrás, despuès ocupé la vicepresidencia hasta que falleció el presidente, Tito Limardo, que era una persona extraordinaria", concluye.