noviembre 19, 2009

En el Cedem de Caseros y sin público volvió a ganarle el clásico a 17 de Agosto
PINOCHO DISFRUTÓ CON LA PUERTA CERRADA


Los de Villa Urquiza derrotaron a 17 de Agosto 4 a 2, en el pendiente de la quinta fecha, y se colocaron sólo un punto detrás de Boca, pero con un partido menos, ya que adeuda un difícil compromiso ante el encumbrado Kimberley.
PRIMER TIEMPO CONTUNDENTE. El multicampeón salió decidido a imponer su jerarquía y la presión dio sus frutos a los 5’, minuto en el cual Calo marcó la apertura. Luego Pinocho siguió siendo superior y Sebastián Corazza a los 13’ aumentó. A los 16’ fue Manuel Fernández el que doblegó a Poggi. Pero cuando Pinocho ya se relamía pensando en otro triunfo sin contratiempos, segundos más tarde Muleck estampó el descuento y con ese 3-1 parcial, que le dio una cuota de incertidumbre al clásico, se fueron al descanso.
SEGUNDO TIEMPO CON SUSPENSO. El último gol, le dio fuerzas a los de Vila Pueyrredón para buscar el arco de Elías con mayor ímpetu. De modo tal que los de Fabián López se adelantaron y ejercieron una importante presión sobre la salida adversaria. Sin embargo, pese a esa buena tarea el gol no llegó. O, mejor dicho, sí llegó. Pero recién a un minuto de la chicharra, por intermedio de Torres. Esto hizo que lo poco que faltaba para el epílogo fuera emocionante. Sin embargo, Agosto no logró su cometido. En cambio, Pinocho encontró la llave para aumentar su ventaja, gracias a una sexta falta que Elías ejecutó con su habitual precisión, a un segundo del final. Y con el 4-2, se cerró el partido.
TRIBUNAS VACÍAS. Más allá del resultado, lo que caracterizó al clásico fue la medida implementada por la Comisión de Futsal, que dispuso que se jugara a puertas cerradas para evitar posibles actos de violencia. En consecuencia, sólo les estuvo permitido el ingreso a cuarenta personas de cada equipo, siendo la mayoría jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. El que controló la situación fue Eduardo Sabarese -miembro de la Comisión de Futsal- quien con la planilla que previamente habían confeccionado ambos clubes, iba tildando a los autorizados para ingresar. No fue él el único integrente de la Comisión, pues había nada menos que cinco personas observando el polémico cotejo: Catelani, Pío Fernández, Russomano, Patricio Knaudt y el mencionado hombre de San Lorenzo. Como se esperaba, los jugadores dieron una vez más un ejemplo de buen comportamiento, y no se registraron incidentes.
EL ÚNICO «COLADO». En la semana previa, la Comisión había aconsejado a los clubes que no concurrieran al partido delegados o técnicos que no fueran de Pinocho o Agosto, ya que no se le permitiría pasar. Por eso, llamó la atención que Guillermo Campos estuviera presente. El técnico de Alvear explicó: «No sabía nada de la prohibición, recién me enteré al llegar. Pero ya que me vieron acá, no me iban a echar. Igual, si me tenía que ir lo hubiera hecho sin problemas».
SE QUISIERON PASAR DE VIVOS. Dos hinchas de Agosto lograron burlar la vigilancia y consiguieron sentarse en la tribuna. Sin embargo, apenas pusieron un pie en ella, cuando la dirigencia de su club lo notó, e inmediatamente les solicitaron que se retiraran.
APAGÁ LA TELE. Causó extrañeza que en un encuentro jugado en el Cedem de Caseros no hubiera cámaras de televisión. En efecto, la despoblada tribuna (que ofreció la sensación de que se estaba disputando apenas un entrenamiento) se convirtió en mudo testigo de una noche donde ni siquiera Fox pasó por el estadio. Los hinchas, ni siquiera podrán verlo por la tele en diferido.