abril 20, 2008

«Mucho gusto, somos los hermanos Calderón»
En Caballito, los tres hermanos Calderón integran la primera división: Martín (25), Diego (23) y Norberto (30).

No suele darse habitualmente que dos hermanos integren un mismo equipo. Y menos todavía, que sean tres los que lo hagan. Por eso, el de los Calderón es un caso atípico. Al igual que los tres Cigliano de Ferro (aunque ahora Gabriel está en Estados Unidos), son los estandartes de la unión familiar en el futsal. Y Caballito, es el club que los ha juntado y al cual le han dado una gran alegría el último sábado, con la victoria frente a River. Diego, el menor, fue autor de dos goles, uno de ellos, el del 4-3 decisivo. Norberto, el mayor, reapareció este año habiendo cumplido una sanción por expulsión. Y Martín, el del medio, si bien participó menos del juego, también aportó lo suyo.
“Fue un partido complicado”, arranca Norberto (el Polaco, para todo el mundo). “Pero hicimos un gol más y nos llevamos un triunfo que es merecido”.
Diego, al que todos conocen como “Bebu”, expresó: “Me siento feliz porque mi gol sirvió para que el equipo gane. Lo grité con todo porque jugar contra River para nosotros es especial: los tres somos fanáticos de Boca”.
Martín, que no estuvo tantos minutos en cancha, admite con suma franqueza: “Ellos son mejores que yo. Nada más. Pero igual es un orgullo que juguemos los tres juntos. Por lo menos para mí, no sé para ellos”, desliza, y le deja picando la pelota a Bebu, que dice: “Y... qué te parece. Es especial. Además con estos dos me entiendo mejor que con nadie”. El Polaco asiente: “Es muy lindo mirar para un costado y ver que ellos también están jugando. Pero la verdad que cuando estamos en la cancha nos olvidamos del parentesco y nos peleamos más que en casa”.
Con el Polaco y el Bebu, se dio una situación atípica, ya que hace dos años -en diferentes perídos- fueron citados para entrenar con la Selección. Después de Néstor y Gustavo Romero, de Newell’s, casi veinte años atrás, fue la única vez que eso ocurrió con dos hermanos. Pero las coincidencias no terminan aquí, ya que increíblemente, ambos renunciaron a las pocas semanas, sin siquiera haber debutado oficialmente. “Tenía muchas complicaciones con mi trabajo y el viaje hasta la cancha de Boca me resultaba muy largo”, explica Norberto. “Para estar en la Selección tenés que estar al cien por ciento y si no es así, no sirve. Yo llegaba a mi casa a las dos de la mañana”, completa Diego. Las obligaciones laborales de los tres hermanos, tienen que ver con la atención de una fiambrería en el barrio de Villa Urquiza.
Martín, que es el único que no tuvo la experiencia con la camiseta argentina, remata con una sonrisa: “Mirá vos, ellos tuvieron la oportunidad y la dejaron pasar. ¿Sabés si me llegara a tocar a mí? No me voy ni loco. Pero bueno, ellos son buenos jugadores. Yo no”.
Y en cuanto a Caballito, afirma sin rodeos: “Para mí es el mejor equipo del futsal actual. Lo único que nos faltaría mejorar es la definición”.
Bebu y el Polaco coinciden. Ellos llevan varias temporadas en el mismo club y puntualizan que este puede ser el año en el que por fin, el título deje de ser una ilusión. “Esta victoria contra River puede ser el empujón que necesitábamos”, dicen al unísono, mientras sus palabras son escuchadas por muchas personas allegadas al club, que observan el reportaje casi con admiración. Es que los Calderón son un símbolo de Caballito. Y ese es un mérito que se ganaron por su fútbol. Pero también por su entrega, su coraje y su amor por la camiseta.