abril 20, 2008

Mónaco: "La pilcha de técnico ya me la saqué"

Atlanta tuvo en Augusto Mónaco a su figura principal. A los 38 años, el ex Caballito mostró un juego siempre criterioso. Como último hombre, se convirtió en una salida clara y asistió a sus compañeros en forma permanente. Dos de esas asistencias terminaron en el primero y el tercer gol de los Bohemios, que por 3-1 se impusieron a Hebraica como visitantes. Mónaco, abordó luego todos estos temas:
"Por lo que vi hasta ahora con Las Heras y Hebraica, se juega bastante defensivamente y especulando con el error del rival. En cambio, nosotros, tomando ciertos recaudos, salimos a buscar. El equipo recién se está conociendo. Con este partido, fueron cinco o seis veces las que hicimos fútbol. Creo que nos quedamos cortos en eso. De todas formas, los chicos tienen muchas ganas y estamos para pelar el campeonato".
"En Atlanta me recibieron con mucho respeto y me llena de orgullo. Dentro de la cancha siempre fui de hablar, pero el técnico es Bocci. El es un amigo y un gran entrenador. Lo que menos hago es ponerme la pilcha de técnico. Esa me la saqué cuando me fui de Caballito".
"Mi idea era dejar de jugar para sólo dedicarme a la función de DT. Pero pasó lo que pasó con Caballito, no me salió nada para dirigir y en cambio sí me llamaron de Atlanta para jugar. Acá se comportaron muy bien y saben que si tengo posibilidades de dirigir a otro equipo las evaluaré y veré si puedo acomodar las cosas como para seguir jugando. El de director técnico es mi trabajo y yo tengo que ganarme el pan".
"Cuando De Nicola se fue de San Lorenzo hubo contactos, pero muy por encima. Yo sigo esperando. Ahora están trabajando colegas que son muy buenos. Por algo los habrán elegido a ellos y no a mí. Seguramente querrán otro estilo de juego. ¿El mío? Ya lo demostré marcadamente en Caballito y nos fue muy bien. Muchos equipos quisieran estar en la posición en la está Caballito después de tantos años de trabajo. A De Nicola le deseo lo mejor, igual que a muchos amigos que dejé ahí. Ojalá salgan campeones. Nosotros no pudimos pero estuvimos muy cerca. Nos faltó nada más que el rótulo, porque jugar, siempre jugamos como campeones".
"El alejamiento me dolió. Es como una novia: si la quisiste, te duele perderla. Yo ahí dejé gran parte de mi vida y formé personas, que es lo que más rescato. Lo más importante es que puedo entrar al club y vienen todos a saludarme".