diciembre 08, 2009

Yony González se rompió los ligamentos jugando el torneo de Veteranos

«Sé que estuve mal, pero yo pienso más con el corazón que con la cabeza»


Esteban González sufrió una de las más temidas lesiones de los últimos tiempos: rotura de ligamentos. El futbolistas cuatro veces mundialista deberá estar varios meses inactivo. Sin embargo, hay un tema que quizás provoque tanta repercusión como la misma lesión: la rotura no se produjo jugando para 17 de Agosto, su club desde comienzos de este 2009, sino para Kimberley, en el torneo de veteranos. «Apenas me rompí estuve muy mal, pero ahora ya me siento mejor anímicamente. Me di cuenta que son cosas que pasan y que lamentablemente para el futbolista, seguirán pasando. Te puede suceder corriendo, entrenando o bajando una escalera. Son gajes del oficio», comentó Yony. Luego, agregó: «Me quería morir, porque justo estaba en plena actividad con 17 de Agosto, y tuve que dejar tirados a mis compañeros en un momento en el que no estábamos bien».
-¿Cómo fue la jugada desgraciada?
-Quise patear con la izquierda y cuando apoyé para caer se me dobló la rodilla. Escuché un ruido terrible. Enseguida supe que me había roto todo.
-¿Qué hiciste después?
-Al otro día me revisó Noelia, la kinesióloga de 17 de Agosto. Más tarde me fui a AFA y me atendió el doctor D’Agostino. Me dijo que saltaron ligamentos. El interno, el externo, todo...
-¿Y ahora?
-Y bueno... Hay que esperar. A los 19 años tuve la misma lesión y tardé cuatro meses en volver. Supongo que ahora demorará sesi o siete. Para el segundo semestre de 2010 trataré de volver a jugar.
-¿Y mientras tanto?
-No sé, me gustaría dirigir en algún lado, y volcar toda mi experiencia enseñándole a los más jóvenes.
-¿Quién se hará cargo de la operación?
-Yo mismo, a través de mi obra social. Mi idea es que sea en diez días, con D’Agostino. Veremos si se puede.
-¿Qué te dijeron en 17 de Agosto?
-Todavía no fui. Estuve mal mentalmente, esto me tiró muy abajo. No tenía ganas de escuchar que me critiquen.
-¿No creés que la crítica sería justificada?
-Claro, ellos tienen razón. Esperaré que las cosas se enfríen para visitar a los chicos en los próximos días.
-¿En el club no querían que juegues en veteranos?
-No querían saber nada. En 17 yo cobro un dinero y lógicamente pretendían que estuviera a pleno con ellos.
-¿Y por qué jugaste?
-Por amigos como (Gustavo) Villegas y los otros chicos que integraban el equipo de Kimberley. Ellos me ayudaron mucho en una época y acepté su invitación para retribuirles el cariño que me brindaron. La lesión me pasó acá como podía haberme pasado en 17.
-¿A quién le debés una explicación?
-A todos. A FAbián (López), a mis compañeros... Lastimarse en un lugar donde no tenés permiso está mal. Soy conciente de eso. Pero bueno.... a veces pienso más con el corazón que con la cabeza. Fue una desgracia.
-¿Tu carrera no está terminada?
-No, es duro los primeros quince días. Pero como te dije, voy a volver. Inclusive creo que esto me vino bien.
-¿Cómo?
-Sí, andaba un poco cansado del fútbol cinco. Pero estando parado tanto tiempo me van a volver las ganas de arrancar con todo. Mi intención era la de irme en febrero a Italia, aunque si no es febrero por ahí es junio. Esta lesión ya la conozco y estoy seguro que sadré adelante.
-Después de esto, ¿que sigas en 17 está descartado?
-No, descartado no. Pero la verdad que no sé que haré. Yo había arreglado con Adrián (el dirigente Costantino) hasta fin de año. Ahora tengo que sentarme a hablar con él.
-¿Qué equipo te gustaría dirigir?
-Obvaimente 17 no, porque ahí está Fabián. Si queda todo bien con Adrián tal vez ahí podría volver a jugar una vez que me recupere.
-¿Y entonces?
-Ya me habló el Turco Sarkis para que le dé una mano en El Talar, pero lo que quiero es dirigir una primera.
-¿Estás arrepentido de lo que hiciste?
-No, y lo volvería a hacer. Toda mi vida fui igual y no creo que a los 30 años cambie por una lesión. El hecho de jugar con el corazón, así como me quitó estos seis meses, también me hizo llegar adonde llegué. Si hay un picado en la esquino, yo voy y quiero jugar.